Es curioso, a veces que algo sea demasiado perfecto es en sí un problema.
Algo así sucedió con los primeros teléfonos móviles digitales. La calidad de sonido era tan buena, que no había el más mínimo ruido de fondo.
Esto, diríais, es genial, ¿cuál es el problema?
El problema es que los usuarios, acostumbrados al teléfono normal, si el interlocutor dejaba de hablar pensaban que se había cortado la comunicación y colgaban.
Así que la solución fue incluir, a propósito, una imperfección, un ligero ruido de fondo, que llamaron " comfort noise".
De esta forma en todo momento se tenía una referencia audible de que había comunicación .
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